Como comentamos ayer, el paro registrado durante el mes de junio bajó en 127.248 personas, hasta 4.763.680 desempleados. Un descenso que es interpretado como un mero efecto estacional para oposición y sindicatos y para el Gobierno, como una muestra de que la reforma laboral está dando sus frutos.
Ahora bien ¿Qué indican realmente estos datos? ¿Hay motivos para la esperanza o estamos más o menos donde estábamos hace unos meses? Con los datos sobre la mesa, podemos hacer las siguientes refexiones.
1. Es el cuarto mes consecutivo en el que bajan las cifras de paro. Por un lado es cierto que tradicionalmente este es el trimestre más favorable para el empleo, ya que se juntan dos periodos de contratación estacional: Semana Santa y el inicio del verano.
Pero por otro, si tomamos el descenso de este mes, la buena noticia es que estamos ante el mayor descenso intermensual en un mes de junio de toda la serie histórica.
2. Volvemos a las cifras de desempleo de 2012 En septiembre del año pasado se contabilizaban 4.705.279 personas en las cifras oficiales del paro, mientras que en junio de este año se han contabilizado 4.763.680.
Sin llegar a crearse empleo neto, lo que estas cifras parecen indicar es que por lo menos se ha frenado la sangría que se produjo en el pasado invierno. Habrá que esperar no obstante a ver cómo responde el mercado laboral cuando finalice la temporada estival.
3. Menos contratos. A pesar de que ha bajado el número de parados, las cifras de contratación no se recuperan. Este mes de junio el descenso con respecto al año pasado ha sido del 7,87%. Una de las causas que aduce el Ejecutivo es que en junio de 2012 se regularizaron muchos contratos de empleadas de hogar. No obstante, teniendo en cuenta que esta reforma ha sido considerada por muchos como un fracaso, parece una razón un tanto endeble.
4. Paro juvenil. El ministerio de Empleo destaca especialmente la mejoría de la situación para los más jóvenes. Así, subraya la bajada del paro entre los menores de 25 años en 33.961 personas. Parece no obstante un dato puramente circunstancial, ya que es en verano cuando más jóvenes acceden a su primer contrato de empleo. Normalmente es temporal y no suele estar relacionado con su futura profesión.
5. Menos empleos. De todos, el dato más preocupante es que a pesar de pequeñas luces aquí y allá, el número de empleos es menor con respecto al año pasado. Es decir, se siguen destruyendo puestos de trabajo y sigue la constante desaparición de empresas. En términos interanuales, la afiliación en el total del sistema constató un descenso de 633.977 trabajadores.
