El gobierno va a destinar un total de 98 millones de euros para financiar proyectos de pymes. Esta cantidad en concreto es un fondo con el que se dará cobertura a más de 600 proyectos empresariales, a partir de los cuales se producirá una inversión de 675 millones de euros. Préstamos participativos son los canales a través de los cuales fluirán las ayudas otorgadas por el estado. Los mismos únicamente exigen como garantía y aval a cada proyecto empresarial así como la solvencia de sus gestores.
El primer tipo de ayudas se basa en la Línea Pyme, la cual prevé préstamos de entre 25.000 y 1,5 millones de euros con un periodo de amortización de nueve años. El plazo de carencia de los mismos será de un máximo de siete años y su interés variará en función de los resultados de cada empresa beneficiaria.
Del mismo modo, también se desarrollarán dos líneas de ayuda destinadas a jóvenes emprendedores y a start-ups. Ambos tipos de financiación consistirán en préstamos con idénticas cuantías máxima y mínima que las anteriores. Lo mismo sucede con el mecanismo para fijar el tipo de interés. Sin embargo, el vencimiento de estos créditos será de cuatro años para el caso de las ayudas a emprendedores y siete en el de las empresas de base tecnológica.