Un análisis realizado por la compañía de Recursos Humanos Randstad ha revelado que el número de trabajadores extranjeros en España ha aumentado en septiembre de 2015 por primera vez desde 2008, tras siete años de descensos consecutivos. En la actualidad, la cifra de profesionales foráneos se sitúa en 1.631.046, un 4,1% más que en 2014, cuando se registraron 1.567.475 profesionales.
Teniendo en cuenta la serie histórica, Randstad ha detectado que desde el año 2000 hasta 2008 este grupo de trabajadores aumentó de manera constante y sostenida, llegando incluso a superar los dos millones de ocupados por primera vez en la historia de España.
Por franjas de edad, el mayor número de ocupados extranjeros se sitúa en los profesionales de entre 25 y 45 años. Más de 1.070.000 empleados de este grupo se encuentran desarrollando su actividad laboral en España. Le siguen los mayores de 45 años (438.000) y los menores de 25 años (120.000). Todos los grupos de edad han aumentado respecto al año anterior. El mayor incremento lo han registrado los trabajadores mayores de 45 años con un crecimiento del 9,5%. Le siguen los menores de 25 años (+6%) y los profesionales de entre 25 y 45 años (+1,8%).
Randstad destaca que los ocupados extranjeros muestran mayor presencia en el sector de la agricultura, donde trabajan el 12% de ellos. Este porcentaje, a nivel nacional, se sitúa en el 6,6%. Lo mismo ocurre con el sector de la construcción, si bien la diferencia no es tan pronunciada. En este caso, el 6,6% de los trabajadores extranjeros está ocupado en la construcción, una tasa que se sitúa en el 6% cuando se analiza a los trabajadores nacionales. Industria, por su parte, funciona de manera completamente opuesta: da empleo al 12,2% de los profesionales ocupados en España, mientras que entre los extranjeros representa un 6,8%.
Cataluña (373.320) y Madrid (331.600) son las regiones que más afiliados extranjeros registran. En concreto, entre las dos regiones suman el 43,2% del total de extranjeros ocupados en España. A continuación se sitúan Andalucía y Comunidad Valenciana, con más de 165.000 cada una.