El 67% de los trabajadores considera que en nuestro país no hay suficientes incentivos y ayudas para impulsar la creación de nuevas empresas. Así lo señala un informe elaborado por Randstad que recoge el sentir de la ciudadanía, que clama por una mejor regulación, optimización de las cuestiones burocráticas y más facilidades para acceder al crédito.
España es de los más criticados en relación a la cooperación que existe para fomentar el emprendimiento. Nuestro país, junto con Italia y Grecia, está a la cola en cuanto a regulaciones estatales en relación a este tema. La excepción del sur de Europa parece ser Portugal, que está por debajo de la media europea. Los estados donde los ciudadanos presentan mayor satisfacción en relación al apoyo a los emprendedores son Reino Unido, Noruega, Alemania y Países Bajos. Entre los sitios donde los trabajadores son más críticos en relación a este punto, Japón se sitúa a la cabeza, con un 79%. Al otro lado Estados Unidos (29%) y China (20%).
Respecto a las intenciones reales de poner en marcha un proyecto, los más interesados en ello son los profesionales de entre 25 y 45 años así lo señalan: 64% de estos se muestra dispuesto a emprender.
¿Y dónde querrían trabajar los encuestados? Tres de cada cuatro ocupados señalan hacia el universo startups. Se asocian con conciliación laboral, conceptos interesantes y ambiente de trabajo agradable. Les siguen las pymes y las multinacionales, aunque Randstad no deja de destacar que lo más interesante es el aumento del interés de las personas por apostar por las firmas tecnológicas de reciente creación.
A día de hoy, las startups se presentan como un tipo de compañía que cuida a los trabajadores. Son los más jóvenes –menores de 45 años especialmente (80%)– los que más lo valoran. Este porcentaje desciende hasta el 63% cuando nos referimos a los de mayor edad.