Como os contamos en nuestro eBook «Vende más y mejor. Triunfa en Amazon», las pequeñas empresas que escogen Amazon Marketplace para vender sus productos, cuentan con una plataforma que les permite ganar visibilidad ante el mundo, más agilidad a la hora de operar y una inmensa audiencia potencial a la que difícilmente pueden llegar desde su tienda on-line.
Pero como también recalcaron algunos de los ponentes de nuestra mesa redonda «Mi pyme vive en un marketplace: así triunfan las empresas españolas en Amazon», las condiciones que impone la multinacional americana a estas pequeñas empresas a la hora de gestionar su inventario o cumplir con determinados estándares de calidad, pueden llegar a ser realmente desafiantes.
Una muestra de esto último es la nueva política de devoluciones que Amazon quiere imponer a todas las empresas que participen en su Marketplace. Como cuentan en la CNBC, la empresa dirigida por Jeff Bezos acaba de enviar un e-mail a todas las empresas (de momento solo a las de Estados Unidos) que participan en este programa en el que se detalla que a partir de este momento, cualquier devolución que se solicite en la plataforma se procesará de forma automática.
Esto quiere decir que los usuarios que hayan comprado un producto en el Marketplace de Amazon y no estén satisfechos con el resultado, ya no tendrán que ponerse en contacto con el vendedor para iniciar el proceso de devolución. Les bastará con imprimir una etiqueta de envío y proceder al cambio del producto.
Esto que puede resultar muy beneficioso para los consumidores, puede a su vez convertirse en una auténtica pesadilla para las pequeñas empresas. Y es que si hasta ahora al menos tenían una oportunidad para poder «sentarse» a hablar con el cliente, entender lo que había pasado y proponer una alternativa, ahora el proceso se automatiza de tal modo que desaparece la posibilidad de réplica.
Lo cierto es que en un escenario ideal en el que tanto vendedores como compradores se comportan de forma absolutamente honesta, la nueva política de Amazon no debería suponer ningún problema. Sin embargo la experiencia de ambas partes demuestra que esto no es siempre así y que no son precisamente pocos los compradores que se aprovechan de las «grietas del sistema» para comprar, utilizar y devolver posteriormente cualquier producto alegando excusas que van desde lo razonable hasta lo más peregrino.
