842 millones de euros cuesta a las empresas españolas que se produzcan atascos y retrasen la entrada de los trabajadores a las oficinas. Un estudio de TomTom Traffic Index Report valoriza el coste de las congestiones de tráfico en nuestro país. Heike de la Horra, director comercial de TomTom Telematics Iberia, apunta que estos suponen “una pérdida de tiempo facturable, un malgasto de combustible y potenciales clientes insatisfechos, además de mayores emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, algo que debería preocuparnos”.
El informe destaca que Madrid y Barcelona son los centros urbanos en los que más dinero se pierde por las dificultades de movilidad por carretera. Aumentan de manera notable en ambas capitales y en algunos casos puede incluso duplicarse el tiempo que se invierte en hacer un determinado trayecto. El problema principal, según TomTom, es que este fenómeno no para de crecer, “va a más”, señalan. En el último año, solo dos urbes españolas mantuvieron su nivel de congestión de tráfico en relación la ño anterior mientras que el resto vieron como este aumentaba.
En España, las mayores pérdidas se registran en Madrid, con 187,4 millones de euros de gasto por los atascos. Las empresas no son conscientes de lo que esto realmente les supone y el informe al que hacemos referencia pone en valor la necesidad de poner en marcha medidas que mejoren la movilidad interurbana. Le sigue Barcelona, con 175,5 millones de euros anuales, y después Valencia, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Palma de Mallorca, Sevilla y Málaga, entre otras.
Las compañías ven mermados sus ingresos pues se pierde productividad y eficiencia, y se incurre en un gasto importante. No solo se detiene la producción sino que además merma el servicio de atención al cliente, por ejemplo, y se ralentiza el desarrollo de proyectos y trabajos en los que se esté vinculado en ese momento.
