El nuevo teclado que ha utilizado Apple en los MacBook Pro 2018 ha generado un gran interés. Ayer vimos en este artículo que la compañía de la manzana mordida había incluido una membrana de silicona en cada una de las teclas, un elemento que no está presente en los teclados con mecanismo de mariposa de segunda generación.
Apple ha indicado que esa membrana se ha colocado para conseguir un funcionamiento más silencioso, pero lo cierto es que su objetivo principal es proteger dicho mecanismo de los efectos negativos que puede producir una acumulación excesiva de polvo y de suciedad.
En los MacBook Pro de la generación anterior que carecen de esa membrana protectora cuando se produce una acumulación de polvo el teclado puede empezar a dar problemas y fallos graves, como pulsaciones dobles, pulsaciones no marcadas y una sensación de «teclado pegajoso» con una respuesta y un tacto inconsistente.
La membrana de silicona que montan los MacBook Pro 2018 resuelve ese problema, al menos a corto y medio plazo, pero Apple ha confirmado que es exclusivo de esa línea, lo que significa que no tienen pensado utilizarlo en modelos de la generación anterior, ni siquiera cuando éstos pasen por su servicio técnico para una reparación.
Es una mala noticia ya que confirma que aunque un MacBook Pro sea sometido a reparación mantendrá el sistema propio de su generación, y que al no incorporar esa membrana de silicona a modo de protección podría volver a dar problemas a corto plazo si vuelve a acumular polvo entre los pulsadores de las teclas.
Si tenéis pensado comprar un MacBook Pro os recomendamos que vayáis directamente a por los nuevos modelos de 2018, ya que no sólo son más potentes sino que además están mejor terminados y han resuelto los problemas más importantes que tenía la generación anterior.
