Los problemas de impresión son para muchas pymes una molestia considerable que puede llegar incluso a arruinar una jornada de trabajo.
No hay duda, una impresora es una importante herramienta de trabajo, tanto que para algunas empresas llega a convertirse en algo imprescindible, y que por tanto debe estar cuidada y bien gestionada.
Existen problemas menores que no ofrecen una solución complicada, como puede ser un pequeño atasco de papel, pero por lo general si cuidamos ciertos aspectos clave evitaremos en gran medida cualquier tipo de problema de impresión.
En este pequeño artículo os ofreceremos algunos consejos básicos con los que reduciremos al mínimo la posibilidad de sufrir problemas de impresión en el día a día de nuestra empresa.
- Controladores de la impresora: es importante asegurarnos de que tenemos instalados los que corresponden a nuestro modelo exacto de impresora y sistema operativo, ya que de lo contrario quedamos expuestos a sufrir un mal funcionamiento de la misma. También es importante descargarlos de la web oficial del fabricante para mayor seguridad y mantenerlos actualizados.
- Controlar los niveles de nuestros consumibles: esto también es importante, ya que si descuidamos nuestros consumibles es posible que por ejemplo nos quedemos sin tinta o papel en el momento más inoportuno. Para facilitarnos la labor HP ofrece la aplicación SureSupply.
- Comprobar la correcta configuración y conexiones del cableado: si utilizamos impresoras a través de cable es importante asegurarnos de que los mismos están bien conectados, ya que aunque puede sonar un poco ridículo en ocasiones es fuente de más de un problema. La correcta configuración de la impresora es otro punto a tener en cuenta, aunque en las modelos más recientes no supone un problema real.
- Utilizar papel con un gramaje soportado por nuestra impresora: todas las impresoras están preparadas para trabajar con ciertos tipos de papel, de forma que si por ejemplo, utilizamos un papel demasiado pesado (con un alto gramaje) y nuestra impresora no lo soporta podremos generar atascos de papel o incluso una rotura a la larga.
- Utilizar consumibles originales: con ellos estaremos seguros de que no habrá problemas, como por ejemplo derrames de tinta o impresión inestable o de mala calidad.
- Si utilizamos impresoras con WiFi: lo ideal es colocarlas en posiciones centrales dentro del entorno de trabajo, intentando evitar obstáculos para que la señal llegue con la mayor intensidad posible.
- Respetar los mantenimientos que necesite nuestra impresora: un mal cuidado o limpieza de la misma puede derivar en roturas y otros problemas, así que este punto es clave.
- Enseñar mínimamente a nuestros empleados a utilizarla: la formación, aunque pueda parecer innecesario, es importante, y por ello debemos enseñar a usar la impresora a todos aquellos empleados que no sepan.
Si cumplimos todos estos puntos evitaremos la mayoría de problemas que pueden surgir al realizar tareas de impresión y, de paso, mantendremos la vida útil y la calidad de nuestra impresora.