El modo borrador en una pyme puede ser un gran aliado para reducir costes de impresión y conseguir además un entorno de impresión optimizado, y a continuación os vamos explicar por qué.
Cuando utilizamos el modo borrador la impresora utiliza una menor cantidad de tinta para imprimir, lo que significa que reduce el gasto de consumibles, pero además es capaz de imprimir a una velocidad mayor que cuando utilizamos el modo de impresión normal.
Como contrapartida las impresiones presentan una menor calidad, un hecho que ha llevado a muchos a pensar que el modo borrador no es viable cuando trabajamos con documentos en color que integran imágenes, gráficos o elementos similares.
Sin embargo la realidad es muy distinta, el modo borrador puede ser un excelente apoyo incluso cuando trabajamos con documentos en color, sobre todo en el ámbito interno de la empresa.
Para entenderlo mejor vamos a poner dos ejemplos, que nos permitirán también comprender cuándo es buena idea utilizar dicho modo:
- Etapa previa de un proyecto: cuando estamos trabajando en un proyecto importante para un cliente podemos recurrir al modo borrador para trabajar en las fases previas e intermedias, y reservar el modo normal o de alta calidad para las fases finales, en las que sólo queda revisar y hacer correcciones menores.
- Trabajo con documentos de corta vida útil: en aquellos casos en los que vayamos a trabajar con documentos internos de corta vida útil, pero éstos cuenten con una fuerte presencia de color y no sea recomendable imprimirlos en negro.
En general el modo borrador unido a la impresión en color nos ayuda tanto en los documentos de trabajo interno como en las fases más básicas de proyectos importantes, así que debemos tenerlo muy en cuenta ya que nos ayudará a reducir considerablemente el gasto de tinta.
