Impresión y costes indirectos, cosas que debes saber

Dentro de todo entorno de impresión tenemos siempre una serie de gastos a los que debemos hacer frente, y de ellos depende directamente la eficiencia del mismo. A su vez éstos se pueden dividir en dos grandes tipos, costes directos y costes indirectos.

Las diferencias que existen entre ambos son muy claras aunque por lo general se suele prestar más atención a los primeros, ya que son los que tienen efectos más visibles e inmediatos, pero la realidad es que los dos producen efectos muy importantes en el entorno de impresión.

En este artículo os ayudaremos a conocerlos mejor y a descubrir todas sus claves, para que así entendáis mejor que supone cada uno y cómo podéis actuar para limitar su impacto, algo importante ya que con ello reduciréis vuestros costes de impresión.

Costes directos y costes indirectos

Podemos considerar como costes directos aquellos que son inmediatos y derivan de la simple acción de imprimir. Estos son los costes directos más importantes:

  • Coste de compra de la impresora.
  • Gasto energético.
  • Coste de consumibles.

Por contra los costes indirectos son aquellos que aunque derivan también de la acción de imprimir tienen su origen en algún tipo de deficiencia o de necesidad extra, ajena a lo que consideramos como impresión directa. Lo entenderemos mejor viendo los principales casos:

  • Gasto energético adicional por mal uso de la impresora.
  • Impresiones innecesarias, equivocadas o de mala calidad, ocasionadas por errores humanos o por utilizar consumibles no originales.
  • Pérdidas de tiempo y esperas, que pueden generarse por mantener impresoras antiguas o por errores muy variados.
  • Mantenimientos y averías, son un clásico y también pueden deberse a razones muy variadas.
  • Pérdida de documentos y fallos de seguridad, debido a la ausencia de medidas de seguridad.

¿Cómo reducir los costes indirectos?

Podemos ver que los costes directos son fáciles de reducir, ya que podemos por ejemplo comprar impresoras más económicas o consumibles XL que nos permitan imprimir más por menos, ¿pero qué podemos hacer para reducir los costes indirectos?

En realidad también son muy fáciles de reducir al mínimo si seguimos esta serie de consejos:

  1. Aprende a usar bien tu impresora, forma a tus empleados para ello si es necesario.
  2. Utiliza consumibles originales para asegurar la calidad y fiabilidad de tus impresiones, así como el buen funcionamiento de la impresora.
  3. Renueva tus impresoras cuando sea necesario, no apures en busca de un falso ahorro.
  4. Conoce las necesidades de seguridad en impresión de tu pyme y actúa, no mires a un lado.