Papel reciclado, ¿es viable en una pyme?

El papel reciclado ha sido siempre una de las formas más sencillas, rápidas y directas de reducir los costes de impresión, aunque por sus particularidades no siempre hemos tenido realmente claro si dicho tipo de papel es realmente viable en una empresa.

Con él podremos ahorrar dinero ya que es más barato que el papel normal, y como sabemos en toda empresa cada céntimo importa, ¿pero realmente puedo trabajar sin problemas con papel reciclado?

La respuesta es un sí. El papel reciclado es una excelente opción para reducir costes y cuidar al mismo tiempo del medio ambiente, ya que podemos utilizarlo sin problemas en impresoras y también para hacer anotaciones y trabajar a mano sobre él, aunque debemos fijar un contexto claro y unos requisitos.

Cuándo y cómo utilizar el papel reciclado

El papel reciclado es ideal para impresiones de documentos internos y combinado con el modo borrador ofrece una reducción de costes fantástica que se irá dejando notar de forma continuada si mantenemos el uso de ambos.

Evidentemente esos documentos sólo estarán en nuestras manos o en las de los trabajadores de nuestra pyme, así que aunque no tengan la calidad que lograríamos con papel normal e impresión en calidad media o alta son perfectamente funcionales.

Podemos poner varios ejemplos para guiaros un poco mejor: borradores de facturas, presupuestos o proyectos; documentos previos de modelos de contratos, documentación propia de despachos de abogados, procuradores o informes determinados en empresas, étc.

Requisitos del papel reciclado

El papel reciclado es una opción que a la larga puede suponer un ahorro importante y contribuye como dijimos a la sostenibilidad del medio ambiente, aunque es importe tener en cuenta una serie de puntos o requisitos mínimos que deberá cumplir dicho papel:

  • Tener un gramaje de 60 o más por metro cuadrado.
  • Cumplir con la normativa europea EN12281:2002.
  • No debe presentar una textura áspera o excesivamente rugosa, gruesa ni curvaturas anormales.
  • Bajo contenido en humedad, nunca superior al 5%.

Si el papel reciclado no cumple con estos mínimos puede dar problemas variados, como por ejemplo atascos en la impresora, así que aunque represente una forma fácil y ecológica de ahorrar debemos tener cuidado a la hora de elegirlo.