Las impresiones en color son una parte importante del trabajo diario de muchas pymes y profesionales. En líneas generales podemos considerarlas como una inversión, ya que representan un gasto necesario para llevar al mundo real proyectos y trabajos concretos que en la mayoría de los casos se presentan de forma directa al cliente.
De la calidad de las impresiones a color depende en muchos casos el éxito o el fracaso de un determinado proyecto, así que debemos cuidarla para que ésta cumpla no solo con nuestros objetivos, sino también con las expectativas del cliente.
En este artículo os vamos a dar cuatro consejos sencillos que os ayudarán a mejorar la calidad de vuestras impresiones en color sin esfuerzo:
- Utiliza archivos de alta calidad: son la base que utiliza la impresora, así que es fundamental que utilicemos archivos que presenten un alto nivel de calidad. En este sentido tiene una gran importancia la resolución del archivo, sobre todo cuanto trabajamos con imágenes y gráficos. A mayor resolución mayor calidad, esa es la regla general.
- Ajusta la configuración de la impresora a calidad alta: es otro punto importante. La calidad de impresión que escojamos será la que determinará en gran medida el resultado final que obtendremos. Si imprimimos en calidad baja los resultados pueden ser inapropiados para un proyecto que va a ir a manos de un cliente, así que en estos casos debes utilizar el ajuste de impresión en calidad alta.
- Elige bien el papel: no todos los tipos de papel son iguales. Para una impresión normal (un documento por ejemplo) el papel A4 con un gramaje por metro cuadrado de 80 gramos puede ser suficiente, pero para trabajar con imágenes complejas y proyectos gráficos intensivos el papel fotográfico nos ayudará a conseguir mejores resultados.
- Utiliza cartuchos de tinta original HP: la tinta original HP tiene una formulación única que le permite conseguir impresiones con calidad profesional desde la primera hasta la última página. Dichas impresiones también serán más duraderas, ya que es resistente a las salpicaduras y a la degradación derivada del paso del tiempo.
