Consumibles originales, viendo más allá del precio

Hemos hablado mucho sobre la importancia de los consumibles originales, pero siempre desde un punto de vista demasiado teórico y sin ejemplos que ayuden a ilustrar mejor las ventajas que ofrecen frente a los no originales.

Por ello en este artículo retomaremos el tema de los consumibles originales pero con un nuevo enfoque que, con total seguridad, os ayudará a entender mejor por qué merecen la pena y por qué debemos evitar que nos ciegue la diferencia de precio frente a los no originales.

1-Calidad de impresión

La calidad de impresión de los consumibles originales está garantizada desde la primera hasta la última página.

Ejemplo: Compramos un cartucho no original pero no imprime con la calidad que buscamos. Esto nos lleva a imprimir de nuevo varias veces el mismo documento en un intento de conseguir una mejora en la calidad del mismo, pero no lo conseguimos.

Esto nos llevará a derrochar tinta y a utilizar impresiones de menor calidad, algo que puede afectar negativamente a la imagen de nuestra empresa.

Junto a esto en su fase final los cartuchos no originales suelen dar problemas con un bajo nivel de tinta, lo que nos obligaría a cambiarlo antes de haberlo consumido totalmente, lo que implica otro gasto.

2-Funcionamiento óptimo y sin problemas, nuestra impresora no correrá riesgos

En los cartuchos originales el buen funcionamiento y la ausencia de fallos está garantizada en un 99,9% de los casos.

Ejemplo: Los cartuchos no originales los derrames de tinta son frecuentes, algo que puede llegar a dañar la impresora y que en el mejor de los casos nos obligará a perder tiempo limpiando todo el desastre.

De esta forma si compramos un consumible no original y éste se derrama es muy probable que tengamos que tirarlo directamente y comprar otro, exponiendo nuestra impresora a rotura e interrumpiendo el flujo de trabajo.

Todo esto supone una pérdida de tiempo y un mayor gasto en nuevos consumibles.

3-Duran más y se aprovechan mejor

Los cartuchos originales tienen una mayor duración y permiten un mayor aprovechamiento, ya que imprimen con gran calidad incluso en su etapa final.

Ejemplo: los consumibles no originales suelen perder todavía más calidad de impresión cuando se van agotando, lo que supone que en muchos casos queden casi inutilizables aunque todavía les quede una cuarta parte de su capacidad.

Sí compramos consumibles no originales tendremos que cambiarlos antes, por lo que el ahorro inicial por el que nos dejamos llevar se disipa.

Conclusión

Si juntamos estos tres puntos nos daremos cuenta de que el supuesto ahorro que ofrecen los consumibles no originales es sólo una ilusión que impide a muchos ver los costes ocultos y desventajas que implican.

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