Las impresoras de inyección de tinta han evolucionado mucho en los últimos años. Tanto que gracias a impresoras como la HP Officejet Pro X, las pequeñas empresas tienen en sus manos una de las mejores opciones del mercado para imprimir con gran calidad, manteniendo bajos los costes. Y precisamente la HP Officejet Pro X es la culminación de un camino que empieza en 1984, cuando HP presenta la primera impresora de inyección de tinta del mercado: HP Thinkjet.

Con ThinkJet, Hewlett Packard daba el primer paso para dejar atrás las ruidosas impresoras matriciales y presentaba un equipo que estaba destinado a inaugurar una nueva tecnología.

Por supuesto, la HP Thinkjet tenía bastante poco que ver con lo que hoy consideramos que es una impresora de inyección de tinta, pero aun así ya incluía muchos de los elementos que han dado paso a toda una generación de impresoras. Entre otras cosas porque ya ofrecía un proceso de impresión eléctrica que provocaba que la película al ser “estimulada” enviaba partículas de tinta sobre el papel.

El proceso no era completamente nuevo, ya que existían impresora industriales basadas en una tecnología similar. El “problema” era que estas impresoras de gran formato sólo eran capaces de reproducir caracteres de grandes dimensiones, apropiados para la industria publicitaria. La innovación que aportó HP fue su capacidad para reducir el tamaño de los componentes necesarios para la aplicación de esta tecnología y por lo tanto, su capacidad para llevarla al mundo corporativo.

Cuando en 1984 HP Thinkjet llega a las oficinas de medio mundo, se presenta como un equipo mucho más barato que las impresoras matriciales que en aquel momento estaban en boga, ofreciendo además una calidad de impresión muy superior. Y sin embargo, si había algo que HP quería destacar sobre otras características era que por primera vez se presentaba en el mercado una impresora “silenciosa” que nos permitía “escuchar nuestros propios pensamientos”.

Como curiosidad, la propia HP ha colgado un archivo de audio para que nos hagamos una idea de cómo sonaba ese primer equipo. Si como nosotros, pensáis que de silenciosa no tiene nada, intentad imaginar cómo podía sonar su competencia.

Además, en el folleto de características técnicas se recogía que era un equipo capaz de trabajar en diez idiomas (se incluía un juego de caracteres que reconocía nuestra querida ñ), que por primera vez podía imprimir en negritas y que con una velocidad de 150 caracteres por segundo era probablemente la primera del mercado capaz de imprimir una página por minuto. Por supuesto, también se hacía énfasis en su compatibilidad, pudiendo trabajar con equipos IBM y Apple (Macintosh y Apple II).