Cuando hablamos del valor de la tinta original nos referimos a esos elementos o claves que distinguen a los cartuchos de tinta HP, y que suponen una diferencia clara frente a los consumibles  no originales o rellenados.

Uno de ellos es la precisión, y aunque a simple vista no lo parezca es uno de los más importantes, ya que de él depende que se produzca de manera correcta la impresión de nuestras imágenes y documentos sobre el papel.

Cuando se inicia la impresión da comienzo un proceso en el que todo tiene que funcionar a la perfección, ya que de lo contrario no se logrará una representación óptima ni una impresión profesional.

Es todo un desafío, puesto que durante el proceso de impresión la tinta tiene que fluir adecuadamente para que se pueda llevar a cabo la salida a gran velocidad (50 km/h) de unas 35 millones de microgotas que darán forma a la impresión, y además deberán aguantar sin problemas el proceso de mezclado.

Su absorción en el papel también es fundamental, porque si la fijación no es correcta o tarda demasiado en secar es posible que se produzcan fallos y que nos encontremos borrones en la página.

La tinta original HP cumple a la perfección con todas estas claves y permite obtener una calidad de impresión totalmente profesional.