Los turistas extranjeros que visiten EEUU deberán pagar un impuesto turístico por valor de 14 dólares a partir del próximo 8 de septiembre, un pago que será único para las entradas realizadas en el país en el plazo de dos años.
La incorporación de este nuevo impuesto forma parte de la Travel Pormotion Act firmada por el presidente estadounidense, Barack Obama, el pasado mes de marzo, según la cual EEUU contará con su primer programa de promoción turística, que será financiado por este impuesto
Concretamente, los turistas pagarán una tasa de 10 dólares con su visado a través del Sistema Electrónico de Autorización de Viaje (ESTA, por sus siglas en inglés), y otros cuatro dólares adicionales por los costes de la autorización de viaje ESTA.
La tasa, que financiará hasta el 50% de las actividades de promoción turística de EEUU es «significativamente menor que las que pagan los estadounidenses de manera usual cuando entran o salen de países extranjeros», aseguró el organismo.
El presidente y consejero delegado de la Asociación de Turismo estadounidense, Roger Dow, destacó que la creación del organismo de promoción generará miles de millones de dólares de gasto de nuevos turistas y cientos de empleos en EEUU.
Según un estudio elaborado por Oxford Economics, la incapacidad de EEUU de mantener el crecimiento del turismo durante la pasada década ha costado a la economía del país más de 500.000 millones de dólares (unos 390.000 millones de euros) y unos 441.000 empleos en el país.
Oxford Economics estima que con un programa de promoción bien aplicado se atraerán 1,6 millones de nuevos visitantes internacionales al año para EEUU y se creará ingresos por valor de 4.000 millones de dólares (3.124 millones de euros).