La Justicia de Estados Unidos ha ordenado a Twitter la entrega de detalles y datos de personas vinculadas a WikiLeaks, entre las que se encuentran su fundador Julian Assange y Bradley Manning, el analista de inteligencia del Ejército estadounidense sospechoso de filtrar los documentos del Pentágono.
Concretamente, la información que busca conseguir el Gobierno incluye todos los registros de conexión y sesiones iniciadas, historial de IP usadas para acceder a Twitter, correos electrónicos y direcciones residenciales, además de registros de facturación y detalles de cuentas bancarias y tarjetas de crédito.
La citación ha dado a Twitter tres días para entregar los registros y ha ordenado al servicio de microblogging no informar a los usuarios bajo investigación. Sin embargo, el mismo tribunal revocó esas restricciones el pasado miércoles y autorizó a Twitter a comunicar lo sucedido a sus usuarios.
Desde la plataforma social han evitado hacer comentarios sobre el caso y se han limitado a expresar que «para ayudar a proteger los derechos de los usuarios», la política que adoptaron es la de comunicarles las «obligaciones legales y los requerimientos gubernamentales de información, a menos que la ley impida hacerlo».