Las estrecheces económicas que están atravesando muchas familias está provocando que muchas mujeres mayores de 45 años, que nunca habían tenido necesidad de trabajar, sean «arrojadas» al mercado laboral.
Según asegura Randstat en un informe reciente, la crisis es la responsable de que la tasa de ocupación de las mujeres mayores de 45 años se «haya disparado» hasta el 14%, entre otras cosas porque 1,3 millones de familias de nuestro país cuenta con todos sus miembros en paro.
Así, la subida de tasa de ocupación femenina de más de 45 años contrasta con la caída del 0,4% de los hombres de las misma edad, que se han convertido junto a los jóvenes en el colectivo más golpeado por las dificultades económicas, que a su vez empieza a asumir parte de las tareas domésticas.
«La conciliación no puede analizarse desde una óptica profesional, ya que merece que lo subamos de nivel y lo relacionemos directamente con nuestra vida laboral y personal, el tiempo que nos dediquemos a nosotros mismos, la congruencia con nuestros valores y nuestro éxito individual», explicó la miembro del consejo ejecutivo de Randstad y presidenta de la Fundación Internacional de la Mujer Emprendedora (Fidem), María Ángeles Tejada.
De hecho, según los datos que maneja Randstad, las mujeres son el colectivo que mejor soporta la crisis, su tasa de actividad sigue en ascenso y se ha situado en el 52,69. Aún así, el aumento de mujeres ocupadas (27.900) no puede compensar la caída de ocupación entre los varones (166.500).
En este sentido, pese a que la mujer está mejor formada que el hombre, todavía accede a menos puestos, a trabajos de menos cualificación y, por ende, a salarios más bajos.
«No es casualidad que en estos años los resultados académicos y el nivel de preparación técnico de las mujeres no sólo se han equilibrado con el género masculino, sino que se han sido superados en muchos ámbitos y se han asumido nuevos retos en el mundo del trabajo», concluyó Tejada.