La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha adelantado que una de las medidas que se incluirán en la futura reforma laboral será la de potenciar el papel de las empresas privadas para ayudar a los parados a encontrar un nuevo empleo.
Durante la toma de posesión de altos cargos del Ministerio, Báñez ha señalado que los servicios públicos de empleo (el antiguo Inem) sólo consiguen colocar al 3% de los parados, unos resultados que dijo que «no son buenos», teniendo en cuenta que España cuenta con más de cinco millones de desempleados.
Por ello, el Gobierno «pondrá todo su empeño» en que la reforma laboral refuerce la empleabilidad de los parados y, para ello, Báñez ha destacado la necesidad de que las empresas privadas puedan trabajar junto al sector público en la búsqueda de empleo «con todas las consecuencias».
La ministra ha subrayado que el objetivo máximo de la reforma laboral será el de contribuir a crear empleo y ha indicado que para ello se trabajará en cuatro líneas básicas: la empleabilidad ya mencionada; la estabilidad en el empleo; la formación a lo largo de toda la vida laboral, y la flexibilidad interna en las empresas para que «cuando vengan mal dadas», empresarios y trabajadores puedan adaptarse a las circunstancias del mercado y los ajustes no se produzcan vía despidos.
«Queremos luchar contra un mercado laboral demasiado rígido y que tiene demasiada dualidad», ha enfatizado la ministra, que ha reiterado que la idea del Gobierno es «presentar» la reforma laboral en el primer trimestre del año.