En España es más difícil poner en marcha un negocio que en Kenia o en Namibia. Nuestro país se encuentra ligeramente por encima de Ruanda y por supuesto, muy por detrás de países como Portugal, Eslovenia, Perú o Colombia.
Es lo que afirma el último estudio realizado por el Banco Mundial, en el que se analizan los distintos factores que influyen en el clima empresarial de los distintos países del mundo.
Si bien es cierto que en áreas como fiscalidad, financiación, aduanas, permisos de construcción, etc. nuestro país se defiende en posiciones intermedias de la tabla mundial, llama poderosamente la atención que en el apartado «Iniciar un negocio», España se sitúe en el puesto 133 del mundo.
El único alivio que obtenemos en esta clasificación es que en el 134 encontramos a Austria y algunos países considerados como desarrollados tampoco tienen una clasificación brillante pero en cualquier caso, hay mucho por mejorar.