En un restaurante de la cadena de comida rápida KFC de China ya es posible abonar la consumición mostrando el rostro. El reconocimiento facial comienza a ser así una realidad como forma de pago con este establecimiento que se convierte en el primero del mundo donde se puede pagar mostrando el rostro. La pasarela de pagos que lo ha estrenado es Alipay y esta opción se ha bautizado con el nombre de ‘Smile to pay’: hay que mirar a cámara, sonreír y poner un número de teléfono para llevar a cabo el abono.
El funcionamiento de esta operativa es muy sencillo. El consumidor realiza el pedido, se gestiona la comanda a través de una pantalla –como las que ya existen en muchos restaurantes de fast food. A la hora de hacer el pago de lo que se haya pedido solo hay que mirar a la cámara. Esta se sitúa en la parte superior de la pantalla interactiva que cuenta con una pasarela de pago que lo único que tiene que hacer es reconocer el rostro del cliente. A continuación se introduce el número de teléfono y es así como se confirma la compra.
Quien esté pensando qué pasará cuando cambie de look, si se tiñe el pelo, se corta la melena o algo por el estilo, no debe preocuparse por nada. La tecnología con la que está equipada esta tecnología permite que aunque se cambie totalmente de apariencia física, el rostro siempre es posible que se identifique con la persona en cuestión.
Avanzar en las facilidades de pago es una de las mejores estrategias en las que deberían invertir las empresas. Cuanto más rápido se pueda procesar un pedido y abonar lo que se compra, mayores serán los datos de negocio que conseguirá una compañía. Invertir en I+D+i es clave para avanzar y mejorar la cuenta de resultados de una enseña.