Con el lanzamiento de la segunda generación del Thinkpad X1 Yoga, Lenovo apuesta por la misma fórmula que tan bien le ha funcionado el año pasado, presentando un 2 en 1 de gama alta con claro enfoque para empresas.
En este sentido, el nuevo Thinkpad X1 Yoga repite formas y más allá de las novedades que encontramos bajo su chasis de carbono, estamos hablando casi exactamente del mismo equipo que analizamos en MuyComputer el pasado mes de octubre.
Entre las novedades menores encontramos la actualización de procesadores, donde se apuesta por la séptima generación de Intel Core (Kaby Lake); una ligera variación en la disposición del teclado que lo hace más cómodo cuando utilizamos el equipo en modo tablet y una mejor superficie de contacto.
Como gran novedad, Lenovo resuelve con acierto una de las principales críticas que hacíamos al anterior equipo y esta vez sí, dos puertos USB tipo C – Thunderbolt hacen acto de presencia. Junto a ellos, el apartado de conectividad se completa con dos puertos USB 3.0, HDMI, microSD y hasta un casi extinto puerto mini-Ethernet. También gana protagonismo el lector de huellas dactilares, que gracias a Windows 10 Creators Update funciona siempre a la primera.
Por lo demás el usuario seguirá encontrando en este Thinkpad X1 Yoga una estupenda pantalla OLED 2K (2560 x 1440) de 14″, además de una configuración «básica» que arranca en los 8 GB de RAM (16 GB recomendables) y un disco SSD de 256 GB.
Por supuesto no nos olvidamos de un stylus activo, que discretamente «escondido» en el lateral derecho (algunas marcas podrían aprender de Lenovo en este campo), ofrece 2,048 niveles de presión para que tanto escribir a mano como dibujar, sea casi tan natural como hacerlo con un bolígrafo.
En conjunto, Lenovo nos ofrece un equipo top pensado para profesionales exigentes, capaces de valorar todas las ventajas que puede proporcionar un portátil profesional, a la vez que disfrutan de una de las «tablets» de mayor resolución del mercado.
Sobre todo porque con un precio de partida que se supera los 1.700 euros en su configuración básica, hay que tener claro que este no es un equipo para todos los públicos.
Ni peso (1,6 kilos) ni autonomía (6-7 horas de trabajo moderado) lo convierten en un equipo ultraportable (teniendo en cuenta los ultrabooks que se están presentando en los últimos meses) y aunque este Thinkpad X1 Yoga sin lugar a dudas es potente, una workstation portátil tiene más sentido si lo que nos interesa someterlo a trabajos realmente intensivos.
¿Quién es el público ideal por lo tanto para este equipo? El profesional que necesita un dos en uno robusto pero elegante, capaz de responder sin problemas en los principales «escenarios productivos», que santifique la calidad de una buena pantalla y al que no le importe invertir casi 2.000 euros en un diseño clásico, sabiendo que seguirá «estando de moda» durante muchos años.