El 43% de las pequeñas y medianas empresas españolas presentes en China no cuentan con experiencia internacional previa en otros países, según destaca un estudio elaborado por la asociación de empresas Amec.
Según este informe, la mayoría de empresas que decide abrir oficina en China lo hace atraída por el propio mercado y por la reducción de los costes de producción. Los datos muestran, pues, que el factor coste, determinante en otras épocas, ha pasado a un segundo plano.
Prácticamente todos los consultados (un 93%), afirman que la decisión de implantarse en China, y por salir fuera de las fronteras españolas, se debe a motivos de superviviencia de la empresa. Además todos los consultados son de la opinión de que teniendo en cuenta la actual situación económica, han tomado la mejor decisión posible.
El periodo en el que se produjo mayor interés y volumen de implantaciones fue entre los años 2000 y 2005, y que China tiene mayor éxito entre sectores fabricantes de productos estándares y con volúmenes elevados de producción que entre aquellos cuyo principal valor es el tecnológico.
La mayoría, además (un 62%) afirma no haber tenido problemas en constituir sus sociedades en China, si bien reconoce que resulta complicado entender el marco jurídico chino, por su excesiva burocracia. Pese a ello, un 60% de las empresas optó por abrir empresas de capital íntegro español; un 35% apostaron por las sociedades mixtas o ‘joint ventures’ y un 5% establecieron oficinas de representación.