El proyecto europeo de patente única sigue contando la oposición frontal de España, que lo considera discriminatorio para las pymes de nuestro país. En este sentido, la directora general de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), Patricia García-Escudero, se trata de un proyecto que provoca un auténtica discriminación lingüística contra las empresas españolas.
Según García-Escudero, ese proyecto distorsionará el mercado y creará una gran inseguridad jurídica, motivos por los cuales España presentó a finales de mayo un recurso contra la patente ante el Tribunal de Justicia de la UE. La directora de la OEPM señaló la semana pasada, durante la presentación de un estudio sobre el impacto de las marcas en la economía española, que el Gobierno espera el veredicto del tribunal para mediados de diciembre próximo y que entonces decidirá las medidas a tomar.
Los países de la UE llegaron hace unos días a un acuerdo definitivo sobre la patente única europea, un proyecto negociado durante los últimos 30 años y que ahora tendrá que ser autorizado por el Parlamento Europeo. España e Italia son los dos socios comunitarios que no participarán en el proyecto por considerarlo discriminatorio para sus idiomas, ya que de momento las patentes sólo estarán disponibles en alemán, inglés y francés. Está previsto que después de un periodo de transición de 12 años la patente esté disponible en 23 idiomas.