Un estudio publicado por Startup Genome y Telefónica Digital pone de manifiesto que aunque Silicon Valley sigue siendo el ecosistema de start-ups más grande e influyente del mundo, ya no ejerce la influencia que tenía en el pasado. De hecho, cada vez surgen más comunidades de emprendedores en Europa, Latinoamérica, Oriente Medio y Asia, que comienzan a desafiar a Silicon Valley.
Tel Aviv, un ecosistema muy avanzado, es la alternativa principal a Silicon Valley, que junto a comunidades de Nueva York, Los Ángeles, Seattle y Boston convierten a EE.UU. en la sede de cinco de los seis mayores ecosistemas del mundo. En Europa, Londres es el mayor ecosistema para las start-up en Europa, aunque su producción sigue siendo solo de un tercio respecto a Silicon Valley.
Aunque estamos muy lejos de tierras inglesas, Madrid y Barcelona cuentan con el talento necesario para convertirse en una seria alternativa a Londres o París, otra de las ciudades europeas mejor posicionadas en el ranking. Lo realmente interesante, es que las dos ciudades españolas figuran entre las semifinalistas en un segundo grupo de otras 20 ciudades con grandes posibilidades de crecimiento en el futuro.