¿Cómo serán los hoteles del futuro? ¿Y qué papel jugaremos los seres hmanos en ellos? A estas dos preguntas responden en «The Weird Hotel», un hotel japonés que abre sus puertas con una gran particularidad: todos sus empleados son robots.
Y todos, quiere decir todos. El recepcionista por ejemplo, es un gran dinosaurio animado que nos ayuda a la hora de hacer el check-in. Al pulsar sobre un botón, accederemos a la pantalla táctil en la que deberemos introducir nuestros datos, a la vez que mantenemos con el robot una corta y sencilla conversación en inglés.
Sin salir del lobby, encontramos una conserje, que vestida como las clásicas muñecas japonesas, es capaz de detectar nuestra voz y ofrecernos todo tipo de informaciones turísticas, además de registrar lo que queremos para desayunar por ejemplo. Sin embargo, todavía no puede hacer otras tareas básicas como pedir un taxi por nosotros.
A la hora de entrar en la habitación, el sistema de apertura de puertas se basa únicamente en el reconocimiento facial. Dentro de la misma, conoceremos a Tullip, un pequeño asistente personal que de forma similar a dispositivos como Amazon Echo, es capaz de responder a preguntas básicas (el tiempo, poner alarmas, etc.) y consultar información en Internet por nosotros.
También en el lobby, un gran brazo robótico se ocupa de la consigna, guardando los objetos y maletas que «entregan» los huéspedes en grandes bloques de cristal y en áreas como jardín o piscina, pequeños drones se encargan de entregar bebidas, snacks y otros alimentos. El único campo que aún no ha sido robotizado es el de la seguridad. En este terreno aunque el hotel cuenta con decenas de cámaras inteligentes de vigilancia, al final los vigilantes siguen siendo humanos. Y por supuesto la limpieza de las instalaciones y las habitaciones del hotel sigue estando a cargo de personas.
Alojarse en este «hotel del futuro» es relativamente barato si tenemos en cuenta las tarifas que se mueven en un país como Japón. Desde 80 dólares por noche, cualquiera puede probar la experiencia.