¿Cómo era imprimir antes de HP Instant Ink? No querrás volver al pasado

¿Recuerdas cómo era la impresión basada en tinta antes de la llegada de HP Instant Ink?  Es una pregunta que nos obliga a mirar al pasado, pero resulta muy interesante ya que nos permite establecer una comparativa con el presente y ver, de una manera más clara, cómo ha cambiado el mundo de la impresión gracias a dicho servicio.

Podríamos poner muchos ejemplos para analizar esa evolución que ha vivido el mundo de la impresión basada en tinta gracias a HP Instant Ink, pero quiero darle un toque personal a este artículo, y por ello voy a partir de mi propia experiencia, y me centraré en la primera impresora de cartuchos de tinta que tuvimos en casa.

Lo recuerdo como si fuera ayer. Era 1996, y apenas utilizábamos la impresora porque el precio de los cartuchos era muy alto, y estos se agotaban enseguida. En un momento determinado, me pasaron un dibujo que me gustó mucho, y quise imprimirlo a color. Tenía un poco de miedo por si agotaba los cartuchos, pero pensé «es solo un dibujo». Configuré la impresión a color y en calidad alta y… no llegó a terminar de imprimir el dibujo cuando los cartuchos se agotaron. Me llevé un gran disgusto, y en casa tampoco hizo gracia.

Para poder seguir imprimiendo mi padre tuvo que comprar un nuevo pack de cartuchos, y gastó unas cuantas miles de pesetas de la época. Toda una inversión para que, al final, apenas pudiéramos disfrutar de la impresora por el miedo a los altos costes que suponía imprimir. Con el paso del tiempo, la situación se mantuvo con pocos cambios, imprimir a color seguía siendo caro, los cartuchos casi siempre se agotaban en el peor momento, y cuando esto ocurría teníamos que perder el tiempo yendo a la tienda a comprar tinta.

Una revolución llamada HP Instant Ink

Con la llegada de HP Instant Ink, la impresión basada en tinta cambió por completo. Se acabó el miedo a imprimir en color, y también puso punto final al clásico problema de tener que salir a comprar tinta en el peor momento posible. Este servicio marcó una revolución porque:

  • Adoptó un modelo de facturación basado en páginas imprimidas y no en tinta consumida. No importa la tinta que gastemos, solo las páginas que imprimamos, y esto hizo que, por fin, imprimir a todo color y en calidad alta estuviese al alcance de cualquier bolsillo.
  • Introdujo un funcionamiento automatizado y a domicilio. Ya no tenemos que preocuparnos por controlar los niveles de tinta, y tampoco por ir a comprar nuevos cartuchos. La impresora controlará los niveles de tinta de forma automatizada, y pedirá nuevos cartuchos cuando detecte que los que utilizamos están próximos a agotarse.
  • Apostó por la flexibilidad, por priorizar al usuario y por la sostenibilidad. Es un servicio que no supone ningún tipo de compromiso, que permite al usuario cambiarse de plan, y darse de baja o de alta, en cualquier momento, y que además incluye un programa de reciclaje totalmente gratuito.

Si hubiera tenido HP Instant Ink en 1996, ese dibujo que tanto me gustaba se habría imprimido sin problemas, y podría haber sacado muchos otros sin haber tenido que preocuparme por el gasto de tinta. Personalmente, lo tengo muy claro, HP Instant Ink ha sido lo mejor que le ha pasado a la impresión basada en tinta en los últimos años.