Pon a punto tu impresora con una limpieza completa

Mantener siempre a punto nuestras impresoras requiere de unos cuidados mínimos que siempre debemos tener presentes. El polvo y la suciedad serán nuestros dos grandes enemigos, ya que pueden acabar afectando al buen funcionamiento de una impresora e incluso provocar fallos graves si se produce una gran acumulación.

La impresora es un dispositivo más en nuestra pyme, y como tal requiere de los mismos cuidados básicos que un portátil o que un ordenador, y la limpieza no es una excepción. Limpiar la impresora de forma periódica forma parte del mantenimiento básico de la misma, y puede ayudarnos a evitar problemas y a alargar su vida útil.

Aunque requiere algo de tiempo limpiar una impresora no es complicado. En este artículo os vamos a explicar todos los pasos para que tengáis claro cómo debéis hacerlo, y qué materiales debemos utilizar en la limpieza.

Materiales que vamos a utilizar

El primer paso es tener claro qué los productos necesitaremos para limpiar la impresora. Es importante que tengáis en cuenta que debemos evitar el uso de productos agresivos y de útiles de limpieza que puedan dejar restos o marcas, ya que podrían dañar la impresora.

Estos son los materiales que vamos a utilizar:

  • Un paño de microfibra, ya que es suave y no deja restos.
  • Agua limpia para humedecer el paño, que deberemos enjuagar si es necesario para eliminar posibles restos de suciedad acumulada.
  • Linterna pequeña o fuente de luz que podamos proyectar de forma directa. Podemos apoyarnos también con unas pinzas largas y delgadas.
  • Opcional: bote de aire comprimido para soplar en las rendijas y en el interior, ya que nos ayudará a acabar con el polvo más difícil. También podemos utilizar un limpiador de cristales en el escáner si tenemos una multifunción, pero debemos aplicarlo sobre el paño, nunca de forma directa sobre aquél.

Empezaremos limpiando de dentro hacia afuera, ya que si lo hiciéramos al revés podríamos acabar ensuciando de nuevo el exterior y sería necesario dar otra pasada.

1.-Limpieza interna, búsqueda y retirada de restos de papel

Con la impresora desconectada retiramos el papel de las bandejas de la impresora, abrimos la impresora, extraemos los cartuchos de tinta o tóner y con la linterna procedemos a buscar posibles restos de papel y de suciedad acumulada.

En caso de que encontremos algún resto de papel en una zona de difícil acceso y que no podamos retirarlo con la mano el uso de unas pinzas puede sernos de gran ayuda, como dijimos anteriormente.

Si tenemos el bote de aire comprimido podemos utilizarlo también para soplar el polvo y eliminar restos de papel pequeños y de difícil acceso.

2.-Limpieza de rodillos y partes frágiles

Los rodillos mueven el papel por la zona de impresión, así que es importante mantenerlos limpios y en buen estado, ya que de lo contrario podemos quedar expuestos a atascos de papel por el efecto agarre que genera la suciedad y el polvo.

Debemos tener mucho cuidado de no forzar nada y de hacer en todo momento movimientos suaves. También es fundamental tener mucho cuidado con las zonas donde van instalados los cartuchos de tinta y tóner, y dar una buena pasada a la bandeja de papel.

Para limpiarlos lo mejor es utilizar un paño de microfibra humedecido en agua y secar bien con otro paño del mismo tipo. Una vez terminemos reinstalamos los cartuchos, y cerramos.

3.-Limpieza de la zona externa

Es la menos complicada, pero debemos tener cuidado y seguir unas pautas básicas. Mantenemos la impresora desconectada y seguimos usando el paño de microfibra humedecido, que emplearemos para limpiar el exterior de la impresora con cuidado y sin ejercer una fuerza excesiva.

No debemos aplicar ningún tipo de líquido de forma directa sobre la impresora y lo más recomendable es emplear únicamente un poco de agua en esa limpieza externa, aunque como dijimos para la zona del escáner podemos recurrir al limpiacristales, que debe ser aplicado siempre sobre el paño.

Podemos secar la impresora con un paño también de microfibra inmediatamente después de la primera pasada para conseguir mejores resultados.

Para terminar es recomendable imprimir una página de estado y ver que la impresora trabaja correctamente.