Impresoras obsoletas: tres claves que explican por qué son un problema para tu pyme

Mantener impresoras obsoletas es algo habitual en el mundo profesional, y podemos decir que ocurre con mayor frecuencia en pymes que cuentan con recursos limitados. Una de las razones más importantes es el presupuesto, y es que muchos profesionales todavía creen que es recomendable mantener una impresora todo el tiempo posible para amortirzarla al máximo.

La realidad, sin embargo, es totalmente distinta, ya que las impresoras obsoletas pueden acabar convirtiéndose en un problema muy grave para nuestra pyme, una realidad que se define a través de tres grandes claves:

1-Altos costes de uso y de mantenimiento

Las impresoras obsoletas representan un coste de propiedad muy elevado, ya que son caras de utilizar y de mantener. Estas son las razones:

  • Sus consumibles son difíciles de encontrar, tienen una baja capacidad de impresión y un precio cada vez más alto, lo que hace que estemos soportando un gasto creciente.
  • Consumen más energía para funcionar que otros modelos nuevos equivalentes, algo que veremos reflejado cada mes en la factura de la luz.
  • Necesitan más mantenimientos e intervenciones, algo importante ya que supone un gasto y también interrupciones del flujo de trabajo.

2-Carencia total o parcial de medidas de seguridad

No hay duda de que las impresoras se han convertido en un elemento más de nuestra red de trabajo y se han integrado perfectamente para trabajar con otros dispositivos y equipos, pero también son uno de los objetivos preferidos de los cibercriminales, que ven en ellas una vía de entrada que les permitirá colarse en la red de nuestra pyme.

Existen multitud de impresoras obsoletas conectadas a la red en muchas empresas que carecen de unas medidas básicas de seguridad y que constituyen un verdadero peligro, ya que como dijimos se pueden convertir en la vía de entrada de cibercriminales a nuestra red de trabajo.

Si esto ocurre las consecuencias pueden ser fatales y derivar en un robo de datos, de información confidencial o incluso en una infección masiva de todos los equipos de nuestra pyme que los deje inutilizados. Para evitarlo debemos contar con impresoras actualizadas que cuenten con medidas de seguridad de última generación.

3-Falta de capacidad de trabajo y de soporte

Una impresora obsoleta puede ser incapaz de sacara delante de forma óptima nuestro flujo de trabajo. En estos casos lo notaremos de una manera muy sencilla, ya que por lo general no podremos sacar adelante de forma fluida toda la carga de trabajo que tenemos y tampoco podremos enfrentar nuevos retos o proyectos con garantías de éxito.

Otro síntoma claro es la lentitud a la hora de realizar trabajos de impresión o la ausencia de funciones que empezamos a necesitar cada vez más, como por ejemplo el fax o la impresión móvil.

No debemos olvidarnos tampoco de que una impresora obsoleta no sólo lastra nuestra capacidad de trabajo, sino también nuestra capacidad de actualización. Así, nos decidimos a renovar ordenadores pero tenemos impresoras antiguas y decidimos mantenerlas es posible que éstas no funcionen correctamente con esos nuevos equipos.

Las consecuencias de todo esto son muy claras, una impresora obsoleta nos impide conseguir un entorno de trabajo eficaz, eficiente y optimizado, tres claves que en conjunto implican un bajo rendimiento laboral, unos gastos elevados y pérdidas de tiempo frecuentes por problemas en el entorno de impresión.