Aprovecha el verano para hacer un mantenimiento básico de tus impresoras

El verano es para descansar, o al menos para intentarlo. Si eres de los que disfruta aprovechando al máximo el tiempo libre y no te gusta desconectar del todo puedes aprovechar para hacer un mantenimiento básico de tus impresoras y dejarlas preparadas para cuando retomes tu actividad profesional.

Hacer un mantenimiento general de vez en cuando (al menos una vez al año) es recomendable para que las impresoras ofrezcan un rendimiento óptimo durante todo su ciclo de vida, y además es algo bastante sencillo y no requiere tener conocimientos avanzados.

En este artículo os vamos a enseñar todos los pasos que debéis dar para realizar con éxito ese mantenimiento básico de vuestras impresoras. Esperamos que os sea útil y os recordamos que podéis dejar cualquier duda en los comentarios.

Buscar actualizaciones de software y revisar la configuración

Es un proceso muy sencillo pero muy recomendable, ya que las actualizaciones de software para nuestras impresoras pueden incluir nuevas funciones y mejoras tanto a nivel funcional como de seguridad, así que tenedlo muy en cuenta. No olvidéis recurrir siempre a fuentes oficiales de HP para evitar problemas.

En cuanto a la configuración podemos hacer una revisión manual para buscar problemas y resolverlos por nosotros mismos, pero os recordamos que también es posible utilizar la herramienta gratuita HP Print and Scan Doctor, que puede identificar y resolver de forma automática algunos de los problemas más frecuentes.

Por último imprimir una página de estado nos ayudará a determinar que todo está correcto y que no hay nada más que debamos hacer en este apartado.

Limpieza externa de la impresora

Es un mantenimiento muy sencillo pero muy importante. Desconectamos la impresora de la corriente y humedecemos un paño de microfibra, que será el elemento clave que utilizaremos para limpiar el exterior de la impresora.

Debemos evitar aplicar cualquier tipo de líquido de forma directa sobre la impresora. Lo más recomendable es emplear un poco de agua en esa limpieza externa que utilizaremos directamente sobre el paño de microfibra, el cual debe quedar sólo ligeramente humedecido.

La única excepción es la zona del escáner. Para su limpieza podemos recurrir al limpiacristales.

Limpieza interna de la impresora

Es un punto un poco más complicado que el anterior, pero si sabemos los pasos básicos podremos sacarlo adelante sin mayor problema:

  1. Búsqueda y retirada de restos de papel: retiramos el papel de las bandejas de la impresora y la abrimos para buscar posibles restos de papel en su interior, siempre teniendo cuidado de no forzar ningún componente. Si tenemos el bote de aire comprimido podemos utilizarlo para eliminar restos de papel pequeños y de difícil acceso.
  2. Limpieza de rodillos y zona interna: estas partes son las que mueven el papel por la zona de impresión, así que es importante mantenerlos limpios y en buen estado, ya que de lo contrario podemos quedar expuestos a atascos de papel. Para limpiarlos podemos utilizar un paño de microfibra humedecido en agua o en alcohol isopropílico, pero siempre con cuidado de no forzar nada, como dijimos anteriormente.
  3. Cierre y conexión de la impresora: una vez hayamos terminado, y estando seguros de que todo ha quedado en orden y de que no nos hemos dejado nada dentro, ni tampoco ninguna zona mojada o humedecida, podemos rematar dando una pasada con aire comprimido para terminar de eliminar cualquier resto de polvo rebelde o de difícil acceso. Cerramos todo, colocamos el papel de nuevo en las bandejas y conectamos la impresora.
  4. Podemos volver a imprimir una página de prueba, ya que la misma nos indicará que hemos completado el proceso de limpieza con éxito.