Acaba de presentarse una nueva edición del Informe Mundial GEM (Global Entrepreneurship Monitor), el considerado por muchos como el mayor estudio vinculado a emprendimiento del mundo y que refleja entre otras cosas, los índices de emprendimiento mundial, evaluando características, motivaciones y ambiciones de miles de emprendedores de más de 60 países.
Entre sus conclusiones más interesantes, destaca el hecho de que si bien la Tasa de Actividad Emprendedora – TEA (mide las iniciativas con hasta 3,5 años de vida en el mercado sobre la población de 18 a 64 años) ha ido aumentando progresivamente en España a lo largo de los últimos años, todavía se sitúa lejos de la media de la Unión Europea.
Así, la TEA se sitúa este año en el 5,7%, por debajo de la media de Europa que se encuentra en el 7,8% y más lejos aún de los líderes mundiales, entre los que destacan países en vías de desarrollo en África (38,6% Senegal y 33,2% Botswana) y América del Sur (33,6% Ecuador y 25,9% Chile).
En el informe se destaca también que la mayoría de los emprendedores en el mundo crean sus negocios impulsados por oportunidades del mercado y que en todas las economías las tasas más elevadas de participación en nuevos negocios se dan en personas de entre 25 y 44 años.
Estos datos positivos también se observan en España, donde el 73,5% de las iniciativas emprendedoras analizadas fueron motivadas por la oportunidad y la mayoría de emprendedores que las impulsan son jóvenes.
Cerca del 50% de los encuestados se consideran capacitados para iniciar un negocio y un 40% temen fracasar. Estas cifras son similares a la media europea (43% y 39%, respectivamente), lo mismo que sucede con los datos de la iniciativa femenina. En lo que respecta a las expectativas de crecimiento, España ocupa los últimos puestos a nivel mundial, con Italia y Grecia, con un índice del 8,7% y muy alejada de la media de Europa (20,7%).
El Informe Mundial GEM realiza además entrevistas a expertos en emprendimiento de todo el mundo. En España han puesto en valor la importancia de las iniciativas gubernamentales encaminadas a impulsar el emprendimiento, aunque la falta de coordinación entre ellas les impida ser más eficientes. También han hecho un llamado de atención a la falta de educación emprendedora en la escuela