Si estáis en plena crisis de ideas o pensando cómo reconducir vuestra carrera profesional, tal vez no os venga mal tener en cuenta estas cinco cosas que hacen –o han hecho en el pasado– algunas de las mentes más brillantes del mundo. Grandes como Sigmund Freud, Kant o el mismísimo Benjamin Franklin tenían en común, entre otros aspectos, hábitos tan aparentemente insignificantes como estos:
1. Descansar y dormir al menos ocho horas diarias
Caer en los brazos de Morfeo tiene más ventajas de lo que pudiera parecer. Es fundamental el proceso de ‘recovery’ para tener la mente despierta, descansada y que todo fluya tanto en lo físico como en lo mental. No escatimes en este punto y dedícate al menos esas ocho horas para dormir y recuperar fuerzas. Cuerpo y cabeza lo agradecerán.
2. Establecer qué tiempo se le va a dedicar a los objetivos del día
No vale de nada pasar horas y horas delante del ordenador. Al final las horas pasan y no nos centramos. Lo mejor es decidir cuántas horas vamos a invertir en llevar a cabo una tarea determinada y así no perder el tiempo. Ya sean cuatro, seis u ocho, las que se consideren necesarias. Hay que ponerse horarios y establecer una dinámica a cumplir.
3. Minimizar distracciones
¿Qué significa eso? Dejar el móvil, olvidar el Facebook y las redes sociales y estar realmente al 100% en cada tarea en la que nos involucremos. El mindfullness es una herramienta muy interesante para conseguir minimizar las distracciones que se van generando a lo largo del día.
4. Hacer ejercicio a diario
Media hora o una hora andando, salir a correr, ir al gimnasio… Lo importante es moverse y ejercitar los músculos. Las mentes lúcidas necesitan un entrenamiento físico que es clave para liberar endocrinas y además va a alimentar la creatividad de las personas.
5. Simplificar al máximo el horario
La simplicidad se puede convertir en sinónimo de productividad. Todo claro, sencillo y bien expuesto y veréis cómo es más sencillo alcanzar las metas y objetivos que nos vayamos marcando.
