Según datos de febrero de Microsoft que trabaja estrechamente con la policía española en la organización de redadas, de los 5.000 cibercafés y 20.000 locutorios que existen en España, se estima que un 60% de los primeros y un 80% de los segundos, emplean software ilegal.
Si se tiene en cuenta que la media de PCs por cibercafé es de 10 y, por locutorio, de 3; esto significa que hay cerca de 70.000 PCs ilegales en España en este tipo de negocios, menos expuestos al control público que otros sectores.
En este sentido, el Director de Desarrollo de Propiedad Intelectual de Microsoft, Txema Arnedo, asegura en una entrevista concedida a ‘Portaltic’ que es un «problema muy gordo» en el que han empezado a actuar una vez han desarrollado una solución que ofrecer a los dueños de este tipo de negocios y porque la Policía, «sobre todo las locales», les ha pedido ayuda.
«El tema no es ir cerrando negocios y fastidiando a la gente», explica el directivo, «el tema es que, si hay soluciones, que las cojan». Y, desde enero, las hay, ya que desde esa fecha Microsoft ofrece licencias de alquiler. Estas licencias permiten a los locutorios y cibercafés (además de a otro tipo de negocios como hoteles o servicios de alquiler de equipos de oficina) «pagar una vez por el software y poder realquilar después el PC durante toda su vida útil».
El precio en la calle de estas licencias «permanentes», puede rondar, según el directivo, los 70 o 90 euros y constituyen un «contrato manejable» que antes no existía.
Respecto a la eliminación del problema de la ilegalidad en cuanto a software de los cibercafés y locutorios, Arnedo se muestra muy optimista y asegura que «aunque no va a pasar en un año, probablemente sí en dos o tres».
Y es que, según el directivo, «al ritmo que llevan desde noviembre» no es difícil que esto suceda ya que, aunque desde Microsoft no piensan empujar este tipo de registros, sí que planean continuar apoyando a la Policía.
Además, para darle la vuelta a la situación también confía en la presión que pueden los negocios que se ajustan a la legalidad sobre los que emplean software ilegal: «si en una zona hay 40 locutorios y 20 son legales, esos 20 van a ir a por los otros».
