Hace unos días, los ordenadores equipados con Windows XP con el Service Pack 3 tuvieron problemas serios con el sistema debido a un fallo del antivirus de McAffe (por supuesto quien lo tuviera instalado en su equipo). La última actualización del software, identificada como la 5958, detectaba el archivo svchost.exe como un virus, concretamente como un malware, y procedía a su eliminación, lo que provocaba inestabilidad en el sistema. Por tanto, los equipos empezaban a reiniciarse y el sistema de red dejaba automáticamente de funcionar.
Este fallo afectó a miles de usuarios, tanto en el ámbito particular, como en el profesional e institucional, perjudicando a entidades como hospitales y universidades. Además de publicar una solución al problema, la compañía de seguridad quiere compensar a sus usuarios con una suscripción gratuita por dos años y una indemnización «razonable» en concepto de la reparación realizada para la recuperación del equipo.
McAffe, de este modo, quiere limpiar su imagen en un incidente que ha podido perjudicar la confianza que tienen los clientes que contratan sus servicios. Por otro lado, la empresa ha puesto multitud de líneas de soporte por el incidente, así como la posibilidad de enviar la actualización correcta a los domicilios de los usuarios que se quedaron sin acceso a la red por la actualización errónea.