El dominio .xxx ha sido aprobado por la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números, ICANN. Después de años de lucha para que este dominio estuviera disponible, la victoria para la industria pornográfica ha llegado.
La batalla para lanzar este dominio ha sido larga y tediosa. En 2000 se propuso incluir este dominio a la lista de opciones que ya había en Internet. A partir de entonces, se identificaron dos bandos: los conservadores que hicieron rechazar a la ICANN la aprobación y la industria pornográfica que reiteró su derecho a tener un dominio propio.
Finalmente, el porno ha ganado. A partir de ahora, este sector, que mueve en la Red unos 370 millones de euros -prueba de ello fue la venta del dominio sex.com-, tiene un dominio donde catalogar los contenidos dirigido a adultos.