La crisis económica en España está afectando al consumo de muchos sectores. Entre ellos, el sector automovilístico que vive sus horas bajas, sobre todo, en lo que se refiere a vehículos nuevos, que ya marcan mínimos desde hace 15 meses. Lo peor es que, por el momento, nada parece que vaya a cambiar.
Pensar en estrenar un coche estando en paro, teniendo más gastos de luz o gas o viendo como mengua el salario, es un acto prácticamente heroico. Por ello, las empresas están sosteniendo los precios de los vehículos nuevos para, al menos, sobrellevar este bache, según un estudio de coches.com.
Con este panorama, el volumen de ventas está llegando a niveles de 1994 y el importe de los vehículos están marcando sus mínimos desde hace 15 meses. De hecho, según cifras de Faconauto, la Federación de asociaciones de concesionarios, en febrero se han vendido 2,2 coches usados por cada nuevo.
