Cuando hablamos de la trayectoria profesional no sólo nos tenemos que ceñir a los trabajos remunerados. Nuestro curriculum puede tener factores que necesariamente no tienen que ver con nuestra formación o puesto al que aspiramos pero que pueden añadir extras interesantes.
En esten sentido, las acciones solidarias tales como colaborar con una ONG, pertenecer a una asociación o simplemente ser voluntaria en cualquier tipo de acción demuestran virtudes como el compromiso, la tenacidad o la solidaridad de una persona. De ahí, su importancia.
Pero no son los únicos puntos positivos que puede reportar el tener una experiencia solidaria. Esta trayectoria puede reportar nuevos contactos en diferentes ámbitos, puede mejorar habilidades sociales o de comunicación incluso puede ayudarnos a darnos a conocer en otros lugares diferentes a lo que solemos frecuentar laboralmente hablando.
Tan relevante son estos datos que LinkedIn, por ejemplo, ha añadido dos nuevas secciones «Voluntariado y Causas Benéficas» y «Organizaciones». En el primero podemos incluir nuestra experiencia como voluntarios en eventos de todo tipo mientras que en el segundo caso podemos mostrar nuestra pertenencia a diversas asociación o instituciones.
«Los profesionales a menudo tienen una idea equivocada al pensar que el trabajo voluntario no puede considerarse como una experiencia de trabajo real«, afirma Nicole Williams, Directora de LinkedIn’s Connection y autora del best-seller, «Girl on Top». Y añade, «Es posible que seas comercial de profesión, pero si organizas un evento para recaudar fondos sin fines de lucro, puedes agregar esta experiencia como una habilidad, como si se tratara de una planificación de un evento o un evento de marketing. Estas habilidades adicionales pueden convertirte en un profesional mucho más atractivo».