En pleno siglo XXI, todavía existen empresas que siguen teniendo una cultura corporativa propia de los albores de la revolución industrial. Según ha denunciado UGT, la inspección de trabajo está investigando la actividad de dos empresas murcianas (pertenecientes al grupo «El Ciruelo») por trato vejatorio hacia sus trabajadoras.
El sindicato ha explicado que las empresas, situada en las localidades murcianas de Cieza y Alhama, obligaban a sus trabajadoras a llevar un cartel rojo con la palabra «Aseo» cada vez que necesitaban acudir al baño. Las empleadas debían pedir permiso a las supervisoras antes de acudir al baño, que eran además las que se encargaban de repartir los pocos carteles disponibles, de modo que si los carteles ya estaban «ocupados» no se podía acudir al aseo.
Por si este trato no fuese lo suficientemente vejatorio, los responsables de las empresas establecían que las trabajadoras solo podían permanecer un máximo de cinco minutos en el baño. Si se superaba este tiempo, la empresa descontaba 30 minutos de la jornada laboral (las trabajadoras cobran 5,75 euros por hora).
UGT también ha informado que los responsables de las empresas no veían precisamente con buenos ojos que las trabajadoras decidiesen tener hijos. La práctica habitual es que las mujeres embarazadas fuesen automáticamente despedidas, a veces con sentencias tan elocuentes como «Aquí se viene a trabajar, no a tener hijos».
La Federación asegura en un comunicado que «es común el silencio de las victimas de estos abusos por miedo a perder el empleo o ser recriminadas por sus propias familias, quienes temen verse perjudicadas para el mantenimiento y acceso al trabajo». Desde UGT aseguran «que está de moda denigrar a la mujer«, haciendo hincapié así en la sentencia de la Audiencia Provincial de Murcia, que recientemente ha dictaminado que llamar «zorra» a la mujer no es insulto.