Según datos difundidos por la Comisión Europea (CE), el alto índice de paro juvenil que afecta actualmente a la UE supone un coste de unos 2.000 millones de euros cada semana, lo que equivale al 1% del Producto Interior Bruto (PIB) de los Veintisiete. Con el objetivo de resaltar la importancia económica del problema del desempleo juvenil, el Ejecutivo comunitario incluye esta estimación dentro de su propuesta «Iniciativa de Oportunidades para la Juventud», presentada ayer por el comisario europeo de Empleo y Asuntos Sociales, Laszlo Andor.
España es el país de la Unión europea con el índice más alto de paro juvenil con un 49%. En la actualidad el paro afecta a 5 millones de europeos menores de 26 años (uno de cada cinco). Para solucionar este tema, los ejes de acción propuestos por Bruselas son la prevención del abandono escolar temprano, adaptar mejor la formación a las necesidades del mercado laboral, garantizar «la experiencia y las prácticas laborales» como complemento a la formación y facilitar a los jóvenes la búsqueda de su primer empleo, incluyendo las oportunidades laborales en otros Estados miembros.
Según el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, la propuesta «demuestra a los jóvenes que Europa se preocupa por su situación». Barroso destacó la necesidad de «reformas a largo plazo de los mercados laborales», pero añadió que éstas «llevan tiempo para producir los resultados esperados».