Las empresas que cotizan en Bolsa repartieron 33.247 millones de euros en los 11 primeros meses del año, un 45% más que en 2010 y una cifra que supera el récord fijado en 2009 pese a que el Ibex podría perder cerca de un 16% al cierre de este año. De esta cifra, 27.801 millones de euros correspondieron a dividendos pagados en efectivo. Ello, combinado con el descenso en las cotizaciones, elevó la rentabilidad hasta cerca del 7,7% del valor de las acciones, casi cuatro puntos por encima de la media registrada en los últimos 25 años.
Por su parte, casi 4.000 millones de euros de los dividendos fueron pagados a través de la fórmula ‘scip dividend’. Es decir, con la opción de cobrar esta retribución en acciones. El presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Antonio Zoido, reseñó este «esfuerzo» de las empresas cotizadas ante el «complicado» ejercicio que despedirá la economía por la «debilidad» del sector financiero y las dificultades de la deuda pública.
Zoido valoró que el mercado de renta fija mantuviera el pulso, pues la nuevas emisiones de deuda corporativa aumentaron un 14,2% hasta noviembre, con 234.836 millones de euros. A ello ayudó el buen comportamiento de los pagarés, cuyo saldo vivo tras las emisiones de los últimos meses ha crecido por encima de los 30.000 millones, tendencia que no se producía desde junio de 2010.