El 58,2% de la población activa en España, equivalente a casi 13,5 millones de trabajadores, no tiene formación acreditada para el empleo que desempeña, mientras que el 33,5% de la población adulta (12,8 millones de personas) no dispone de la enseñanza obligatoria, según datos recogidos en un informe de la patronal de consultoría, Fenac.
El vicepresidente de esta patronal y presidente del área laboral de CEIM, Francisco Aranda, ha advertido de que resulta «realmente preocupante la existencia de colectivos, numéricamente importantes, con baja o nula cualificación».
En este sentido, ha subrayado que, para salir de la crisis, «es condición indispensable» dirigir a España hacia una economía de servicios avanzados basados en el conocimiento, a través de la formación.
«Para ser tenido en cuenta en un mercado laboral tan cambiante como el actual, es necesario mantener viva la cualificación, adquirir nuevas competencias y ser capaz de cambiar a nuevas ocupaciones», ha indicado Aranda, que ha destacado que el aprendizaje permanente es una necesidad tanto individual como colectiva.
Así, Fenac considera «necesaria y urgente» la implicación de las Administraciones Públicas, a todos los niveles, para mejorar el aprendizaje de las personas adultas, ampliando y facilitando el acceso al mismo, promoviendo una financiación adecuada y asegurando un uso eficiente de los recursos disponibles.