Las empresas pueden alcanzar beneficios muy importantes al realizar migraciones a nuevas versiones de tecnologías como Active Directory, Exchange, SharePoint, Office 365 y Windows. Los más comunes son un aumento de la rentabilidad, la usabilidad, la manejabilidad y la seguridad.
A pesar de ello, el proceso de migración a nuevas plataformas de aplicaciones y sistemas operativos puede ser complejo, lento y arduo. Los factores de riesgo para el cumplimiento de las normativas, los accesos y la productividad abundan, sobre todo cuando se consolidan y migran aplicaciones y datos críticos a través de entornos on-premise, cloud e híbridos.
Las organizaciones pueden minimizar los riesgos y las interrupciones en el trabajo siguiendo las buenas prácticas de la migración. Así, Quest Software ha identificado cinco errores comunes en la migración y ofrece consejos para evitarlos.
1 – Una planificación insuficiente: las empresas a menudo se sumergen en grandes proyectos migratorios sin revisar los entornos existentes (por ejemplo, usuarios, listas de distribución, grupos, carpetas públicas…) así como lo que hay que mover y lo que no (por ejemplo, almacenamiento de datos, usuarios, buzones de correo, las cuentas no utilizadas, datos obsoletos, buzones vacíos, etc.). La evaluación de la compatibilidad de aplicaciones con el navegador, así como la preparación para el cambio son cruciales, especialmente cuando se trata de Office 365, Windows 7 y Active Directory migrations.
2 – Subestimar al usuario y el impacto organizacional: otro error común pero potencialmente crítico es subestimar el impacto de la migración en los usuarios y las operaciones, así como no analizar todos los puntos de acceso. Por ejemplo, cualquier migración de Active Directory debería comenzar con un análisis de todas las aplicaciones, procesos y el acceso requerido de los usuarios para asegurar que los recursos y las aplicaciones apropiados estarán disponibles durante la migración y después. Es imprescindible hacer el cambio mediante la identificación de flujos de trabajo, buzones de correo, programas y/o otras partes de la infraestructura antes de que se vean afectados. También es aconsejable programar las tareas de migración fuera de las horas de en las que hay más trabajo, para reducir el impacto en los sistemas de producción, la productividad y los usuarios finales.
3 – Falta de estrategia de coexistencia: no proporcionar la coexistencia perfecta entre los sistemas existentes y los nuevos es una equivocación frecuente, ya que puede dar lugar a interrupciones en el servicio, pérdida de productividad y aumento de los costes empresariales. Por eso, la coexistencia es fundamental, particularmente con las migraciones Exchange, Notes y GroupWise que normalmente se despliegan en varias fases.
4 – Políticas de migración seguras: realizar backups de forma periódica es de sentido común, pero con frecuencia las empresas carecen de una protección adicional para evitar la pérdida de datos durante la migración. Tener una copia de seguridad completa y un plan de recuperación en el lugar es de suma importancia, ya que ayudará a que los datos se puedan restaurar más rápida y fácilmente si algo sale mal durante la migración.
5 – La falta de enfoque ‘postmigración’: concentrarse en la ejecución sin prestar atención a la optimización del nuevo entorno es un error común. Ejecutar una migración a nivel mundial requiere una sólida gestión del proyecto, pero los informes en curso, auditoría, recaudación y control son también esenciales para asegurar que el nuevo sistema es compatible, seguro y eficiente.
