Los sindicatos han decidido dar otro paso contra la política económica del Gobierno de Mariano Rajoy y sacarán urnas a la calle para preguntar a todos los ciudadanos su opinión sobre la reforma laboral y los recortes. La convocatoria, sin precedentes, forma parte de una estrategia que pretende mantener la movilización contra las medidas de Rajoy y, al mismo tiempo, ampliar la base social de la protesta.
La idea inicial de los sindicatos era recoger firmas para promover una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que instara al Ejecutivo a convocar un referéndum. Tras varias consultas, descartaron esta estrategia porque concluyeron que la convocatoria de un referéndum es potestad exclusiva del Ejecutivo.
También ha pesado el poco recorrido que ha tenido en el Congreso la ILP que presentaron el año pasado para cambiar la reforma laboral del PSOE. Casi un año después de presentados el texto y las firmas, la iniciativa sigue en trámite parlamentario.
La consulta se hará, en principio, sin un encaje normativo claro. “En Cataluña [donde hay una ley de consultas] intentaremos hacerla bajo este paraguas para darle mayor entidad. En el resto del Estado es más difícil, pero buscaremos la percha”, describe un sindicalista.
Las cúpulas sindicales y la Plataforma debaten ahora sobre si celebrar la consulta en un día laborable, lo que favorecería la participación en las empresas, o en un día festivo, para atraer al resto de los ciudadanos.