El 80% de las empresas españolas no tienen en cuenta el ahorro que podría suponerles implantar un sistema de facturación electrónica. Según la Asociación Nacional de Empresas de Internet (ANEI), la mayoría de las empresas se resisten a abandonar el papel, a pesar de los beneficios que reporta.
Según el informe elaborado por ANEI, la utilización de este formato no sólo supone una reducción en los costes directos de impresión, sino que además señala que existen unos costes ocultos que suponen de manera aproximada el 90% del total.
Estos «costos ocultos» se encuentran en la reducción de los plazos de cobro, la mejora en la gestión administrativa y una disminución de los recursos dedicados al recobro o el menor espacio físico dedicado al archivo y almacenamiento.
Asimismo, el estudio destaca la mejora de cara a la tramitación de expedientes por impago, según la actual Ley de Morosidad, que implica la utilización del recibo electrónico, al considerarse probada la comunicación administrativa con el proveedor.
