La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha destacado, que aunque las reducciones de salarios tienden a incrementar la productividad, también pueden afectar el crecimiento económico porque disminuye el consumo interno.
Estas afirmaciones se hacen tras el anuncio la semana pasada del Banco Central Europeo (BCE), que pedía en su informe mensual de agosto más flexibilidad en la definición de los salarios, como por ejemplo reduciendo el salario mínimo, y otras medidas dirigidas a fortalecer la competitividad en su opinión.
La OIT advirtió también que el intento por recuperar competitividad a través de menores costos del trabajo, como recortando los salarios o permitiendo que la productividad crezca a un ritmo mayor que los salarios, serán insostenibles a nivel mundial.
Un crecimiento de salarios sistemáticamente superior al crecimiento de la productividad laboral es insostenible. También lo contrario es cierto. «El objetivo es que los salarios y la productividad crezcan al mismo ritmo», señaló Patrick Belser, economista principal del Programa sobre las condiciones de trabajo y empleo de la OIT.
