Hasta la fecha los empleados públicos cobraban su sueldo íntegro durante una baja de tres meses. A partir de hoy, la cosa cambia, ya que pasan a cobrar el 50% de su sueldo únicamente los 3 primeros días. Asimismo, desde el día cuarto hasta el vigésimo de la baja laboral el complemento que se pueda sumar a la prestación económica reconocida por la Seguridad Social no podrá superar el 75% de las retribuciones.
A partir del día vigésimo primero, este día inclusive, se le reconocerá al empleado una prestación equivalente al 100% de las retribuciones que se vinieran percibiendo en el mes anterior al de causarse la incapacidad. Este recorte no afecta cuando la incapacidad temporal implique intervención quirúrgica, hospitalización, tratamiento de radioterapia y quimioterapia o la empleada pública se encuentre en estado de gestación.
Según denuncia el sindicato del sector público csi-f, «Se trata de una medida injusta y arbitraria porque parte del prejuicio erróneo de que los empleados públicos tienen mayor absentismo que los trabajadores del sector privado«. El sindicato añade que esta medida «tendrá un efecto mínimo en las cuentas públicas porque las personas que lo necesiten seguirán yendo al médico y cogiéndose la baja, como no puede ser de otra manera».