Las pequeñas empresas catalanas están más que dispuestas a vivir en una Cataluña independiente. Es lo que asegura Josep González, presidente de la patronal catalana Pimec, quien añade que la pequeña empresa tiene una posición más clara que las grandes corporaciones si bien dice que «se conocen muy pocos casos» de multinacionales que se hayan posicionado en contra.
En una entrevista en Catalunya Ràdio ha asegurado que entre los empresarios catalanes hay un sentimiento de «agravio que marcará estas elecciones» y de necesidad de cambiar la situación de la economía, pese a que aún no tiene cifras del posicionamiento del sector sobre la secesión.
«Nos quejamos de una contribución excesiva al resto del Estado y eso nos afecta económicamente» como la demora del eje ferrovial mediterráneo y la falta de inversión en las carreteras catalanas, lo que repercute negativamente en las empresas catalanas.
Sobre las relaciones económicas con el resto de España, el presidente de Pimec ha puesto de relieve que el 53% de la producción catalana corresponde a exportaciones, aunque la dependencia con el Estado sigue siendo importante: «Reaccionamos porque el mercado español no da de sí y esto está provocando un cambio de tendencia».
Es por esta aún destacada dependencia que González espera que las reacciones comerciales ante una eventual secesión de Cataluña sean «suaves» y no se llegue a situaciones de boicot.