Fiel a sus principios, la CEOE ha vuelto a cargar con dureza contra los sindicatos y la convocatoria de huelga general que tendrá lugar el próximo 14 de noviembre. Su presidente, Juan Rosell, no ha dudado en afirmar que la huelga es «inoportuna porque no es el momento de tensionar a la sociedad española, e irresponsable porque afecta directamente a la actividad económica, al empleo y a la imagen exterior de España».
En línea con lo que han afirmado algunos dirigentes del PP, Rosell ha calificado la huelga de «política» y se ha quejado del papel de los sindicatos que según su opinión «tachan de antidemocráticas» a todas las personas que la cuestionan. «Sorprende la reacción airada de los sindicatos ante el derecho que tienen los empresarios a saber cuál es su papel en una jornada de huelga general», afirma la patronal.
La CEOE realiza además un llamamiento a la «serenidad y a la modulación del lenguaje» porque después de la huelga general, organizaciones empresariales y sindicales tienen «la obligación de seguir negociando el modelo de relaciones laborales y seguir trabajando conjuntamente para conseguir soluciones que favorezcan el crecimiento económica y la creación de empleo».