Los países en vías de desarrollo también están muy interesados en la creación de startups. Ejemplo de ello es Brasil, en donde están introduciendo las start-ups como un eje de acción importante de sus estrategias de innovación y desarrollo. Junto a Brasil, Argentina y Chile también destacan por poseer instrumentos de apoyo a la capacitación empresarial más establecidos, mientras que en Colombia, México y Perú estos mecanismos se encuentran en fase de desarrollo.
Así lo revela el Centro de Desarrollo de la OCDE en su estudio Startup América Latina, en el que también se puede ver como Brasil posee una completa gama de instrumentos de apoyo a la creación de start-ups, que acompañan su desarrollo desde su gestación hasta su expansión.
Destacan la creciente intervención de los Estados y las ciudades en el apoyo a este tipo de empresas y los resultados de varios parques tecnológicos que actúan como puentes entre la investigación científica y la generación de negocios.
A pesar de ello, el marco regulatorio, las infraestructuras y una baja propensión al emprendimiento en gran parte de la ciudadanía, representan aún barreras importantes para que las start-ups se conviertan en una fuente de crecimiento relevante para el país.