Hace unos meses, en nuestro artículo «Vas a tener que emprender», reflexionábamos sobre un futuro laboral que nos iba a conducir a casi todos, de una o de otra forma, al mundo del emprendimiento. Un emprendimiento que podía producirse de forma «clásica» (montando nuestra propia empresa), pero que cada vez iba a tener más cabida en el seno de las propias compañías, en las que cada vez más se promociona la figura del intraemprendedor y la del sidepreneur.
En este sentido, puede que haya llegado el momento que te plantees que en el marco de la organización quieres hacer algo más, que tienes un proyecto personal que te gustaría llevar a cabo. Si tu objetivo es tomártelo como una idea empresarial que te permita dejar la empresa para la que trabajas, entrarías en la categoría de intraemprendedor, la persona que va a intraemprender. Si por el contrario, lo que quieres es tener una actividad paralela que te permita redondear tus ingresos mensuales, podrías considerarte un sidepreneur.
En ambos casos, existe una forma de hacer las cosas. En lo que nos cuenta LinkedIn en uno de sus últimos artículos de su blog corporativo, dándonos algunas pistas de lo que tenemos que hacer si nos decidimos a dar este paso.
Aprovecha tus habilidades
Tener éxito en este tipo de negocio supone saber aprovecharse y poner en valor los recursos, los contactos y las habilidades que hemos desarrollado en nuestro trabajo.Si tenemos a nuestra disposición los recursos y el know-how de nuestra organización, tiene sentido que lo aprovechemos a la hora de desarrollar nuestro proyecto personal.
Saca partido de tus contactos
¿Con quién vas a desarrollar tu negocio? ¿Quién te va a ayudar a dar los primeros pasos? ¿Y a conseguir clientes? Puede que la respuesta esté más cerca de lo que imaginamos. Twitter, Facebook y sobre todo LinkedIn pueden convertirse el espacio en el que encontrar los perfiles adecuados para nuestra aventura empresarial.
Comparte tus intenciones en todas las redes sociales de las que formes parte. Y aunque pienses que tus contactos no van a embarcarse en tu proyecto, puede que te recomienden o te presenten a otras personas interesantes que puedan hacerlo. Aprovecha el efecto red y no desestimes tu capacidad de networking.
Evita conflictos laborales
Una de las peores cosas que puedes hacer es crear un conflicto entre tu trabajo actual (al que se supone que dedicas tu jornada laboral) y el proyecto que estás desarrollando de forma paralela.
Dedicar tiempo a tu proyecto durante el horario de trabajo, robar clientes, o trabajar para la competencia son grandísimos errores que no nos conviene cometer. Pero más aún, cualquier actividad relacionada con tu nuevo negocio que te plantee un conflicto ético con tu trabajo actual, deberías ponerla en conocimiento de tus managers.
Impresiona a tu jefe
Desarrollar un negocio paralelo a nuestro trabajo actual puede ser una forma de poner en valor el trabajo que por otro lado ya estamos realizando para nuestra empresa. Supone demostrar a nuestros superiores que tenemos la capacidad de llegar más allá, que no nos conformamos. En determinadas empresa, la figura del intraemprendedor, no sólo no se oculta, sino que se promociona y se pone en valor, toda vez que puede suponer una mejora del trabajo global que se hace en la empresa.
Promociona tu perfil intraemprendedor
En LinkedIn y otras redes sociales, ya no debes ser ese profesional que trabajar para la compañía X (que también), sino muy especialmente el tipo de profesional que ha sido capaz de desarrollar un negocio aprovechándose de sus habilidades, dentro del marco de su empresa. es decir, un excelente profesional en su campo que además, tiene capacidad y ganas de emprender.
